domingo, 13 de octubre de 2013

Panorama desalentador


 Visto el resultado del día de la apertura, he cambiado de cazadero para ver si localizo algún bando de patirrojas, ausentes el primer día.
La paliza ha sido de las que me hacen falta para bajar un poco de peso y entonar las piernas, así que tocaba subir por barbechos que aunque parecían cómodos de andar se han atragantado un poco por la constante subida y la tierra tan reseca.
 

 El primer lance de la mañana, memorable. Casi diría que la perra ha "mostrado" la rabona. Tiro largo, pero con plomo 7 de 30 gr. y al primer disparo con el caño de ***, abatida.
El cobro regular. Se nota que la perra está ansiosa por morder caza. No ha entregado a la mano, pero no ha estado mal. Al fin y al cabo gran parte de sus defectos en el cobro son culpa de quien escribe estas líneas.
Me sorprende gratamente que a pesar de lo poco entrenada que está, la perra ha soportado bastante bien las dos primeras salidas de caza, y eso que han sido jornadas de mucho calor. Eso sí, un buen aporte de agua y algún descanso, son imprescindibles. 
 

 El segundo lance, casi al terminar la jornada, complicado. Un conejo que me ha saltado al lado, en una zona de monte, en pendiente. Primer tiro fallado y al segundo le alcanzo en las patas traseras. Menos mal que Kala lo ha visto y lo ha podido cobrar, porque el talegazo que me he pegado al resbalar hacia adelante ha sido para recordar. Por lo pronto rodilla izquierda maltrecha...
El cobro de nuevo regular, aunque en este caso la pieza estaba aún viva. Al final, y tras mucho insistir, la ha entregado a los pies. Menos mal que la perra no tiene la boca dura...


Sigo sin encontrar las perdices, así que habrá que cambiar de nuevo de cazadero la próxima jornada.
Espero que los problemas familiares que sufre mi socio venatorio vayan mejorando. Seguramente no cazaremos más, pero seguro que las jornadas las disfrutaremos mejor.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Se acerca el comienzo.

Este próximo fin de semana es la apertura de la veda general.
Va a ser una apertura distinta a la de otros años, que con tantas ganas esperabamos mi socio y yo. Circunstancias familiares hacen que lo tomemos con calma, pero estoy seguro que pronto todo se arreglará. 
 

Aunque el descaste de conejos ha durado hasta hace pocas semanas por su abundancia y los daños que causan, y hemos tenido un anticipo con la caza de codornices, tórtolas y palomas, es ahora cuando gusta hablar de caza menor con mayúsculas, pues es la perdiz roja la auténtica protagonista de estas jornadas.
 

Parece que ha criado bien, aunque no he visto bandos como los de antaño. Las liebres si que se ven en demasía, y los conejos, a pesar de la presión cinegética, siguen siendo muy abundantes. 
El agua caída días atrás, que no ha sido muy abundante, a buen seguro habrá mitigado el calor del suelo y hará más soportable estas primeras salidas que suelen ser bastante "acaloradas".

Respecto de la caza mayor, parece que apunta un buen año, que no sé si podré disfrutar.