sábado, 10 de enero de 2015

De zorzales, recechos, batidas y monterías.

Vayan por delante mis mejores deseos para el año recién estrenado a todos los lectores de este pequeño blog, al que tengo abandonado desde hace unos meses.

Tras una desastrosa temporada de caza menor, donde no he visto apenas patirrojas, a las que ni he disparado, he volcado mi interés cinegético en el tiro al zorzal, que hacía dos años que no practicaba y que fue mi escuela en los primeros años de ejercicio de la caza, donde me eduqué en el tiro, en las medidas de seguridad y en el respeto al campo.

He vuelto a cazar en mi añorado coto de Colmenar, compartiendo el coste con 6 socios más, pero sólo con permiso para tirar zorzales, echando de menos las largas jornadas en un terreno duro como pocos detrás de las perdices, bravas y puras como ya no quedan.

Al menos Kala ha podido mantener cierta actividad, ejercitándose en el cobro y acompañándome en estas cortas tardes de caza al paso.





Aunque aún no ha terminado la temporada, no se han realizado buenas tiradas; algunos días mejores que otros, pero parece que este año tampoco ha sido bueno de zorzales en general. La climatología desde luego no ha jugado a nuestro favor, pues las temperaturas son todo menos invernales. A buen seguro que febrero será mejor mes, pero la veda ya se habrá echado.

Con todo, me considero satisfecho con las escuetas perchas que he logrado, sobre todo por el buen trabajo de la perra en un terreno donde el cobro es muy difícil , y el sosiego de estar en el campo ajeno a preocupaciones durante unas horas.

La munición que he empleado ha sido Saga Export de 32 gramos y plomo 9. Durante unos días utilicé también un cartucho italiano de 30 gr. fabricado por RC, sobre todo por usar escopeta paralela y mejorar el retroceso, pero he tenido que volver a los Saga por no haceme a ellos. Y es que cuando uno se acostumbra a un cartucho y va bien, para qué cambiar...

Respecto a la caza mayor, son escasas mis salidas, siendo más productivas cuando me acompaña mi hija, y sólo cuento en el haber un bonito venado selectivo y algunas ciervas de descaste. En el debe algún fallo a los escurridizos cochinos y otro, inesperado e increíble, en rececho de muflón, del que espero desquitarme pronto.

Espero que en las pocas salidas que me restan la suerte la tenga de cara, que ya va siendo hora.