martes, 23 de junio de 2009

De pesca por Córdoba

Después de un día de playa con la familia me reuní en Córdoba con unos amigos, practicantes asiduos de la caza, pero esporádicos aficionados a la pesca. Sirvió sin embargo esta pequeña afición como excusa para echar un día juntos. Algo pescamos, aunque la que mejor parada salió fué la perrilla de Victoriano, Turca, que pudo por fin zafarse de esos miedos a las aguas y acabó disfrutando (aunque menos que el dueño) de unos buenos "largos" por el embalse.

No estuvo aburrida la mañana, pues las picadas de carpines y alguna que otra carpa, nos mantenian en tensión.

El embalse ofrecía una imagen muy deslucida, parecía un gran charco en medio de una planicie desértica. Además las aguas estaban muy turbias, aunque se observaban carpas por las orillas y muchas cebándose en el centro del embalse.

Así que nos pusimos manos a la obra, yo pescando con la mosca y mis compañeros de jornada pescando a la inglesa, con asticot y maiz como cebo. A nuestro acompañante animal, además, se le estuvo enseñando a cobrar en el agua, y al final del día su dueño quedó satisfecho de que por fin su perrilla perdiese el miedo al agua y efectuase unos cobros meritorios.

En total se capturaron 15 ó 20 carpas, una de ellas con la caña de mosca, utilizando el quironómido rojo de Picofly, y que trás una brava lucha, de más de 10 minutos, se soltó al acercarla a la orilla.

A eso de las 12, con un calor de justicia, dimos por concluída la jornada de pesca, regando después nuestros resecos gaznates con unas cervezas en un bar del pueblo y, más tarde, con un cochifrito espectacular en el cortijo de la familia de Dani, a quién agradecemos todas las atenciones con las que nos agasajó, incluída la corta visita a esa lámina de agua en esa finca cercana en la que se intuía habitaban buenos basses.


sábado, 6 de junio de 2009

Salvamento piscícola

Ayer por la tarde nos reunimos un grupo de amigos de ACPES con los responsables de la Administración ( Delegación de Medio Ambiente y EGMASA) para realizar un traslado de peces desde unas pozas aisladas, donde habían quedado confinados tras el remonte, hasta un embalse cercano, pues conforme avance el estiaje estos peces corren riesgo de perecer.

La situación no era la más idónea para realizar la pesca eléctrica, pues todavía el volumen de agua era importante y los barbos y bogas encontraban refugio en cuanto nos metíamos en el agua, pero poco a poco pudimos realizar el trabajo. A destacar la gran cantidad de alevines que encontramos en estas masas de agua aisladas.Más adelante, cuando el nivel del agua haya disminuido más, será más fácil su realización. No obstante, entre otras cosas positivas, cabe destacar el "compromiso" de la Administración en la vigilancia de estas pozas.

Este es el reportaje gráfico de lo acontecido.

A. Pardo explicando la organización de la tarea

Una de las pozas

Alex preparando el equipo

En plena faena

Los infantes también aportaron su esfuerzo

Un pezqueñín....o dos

Visita de la Delegada de Medio Ambiente .........

Reunión final, comentando la experiencia