domingo, 18 de mayo de 2008

REFLEXIONES GENÉRICAS SOBRE LA CAZA






Como dice mi tarjeta de presentación son la pesca, la caza y cualquier actividad realizada en la naturaleza, mis auténticas pasiones.

En cualquiera de estas actividades forma parte muy importante transmitir conocimientos y reglas de "urbanidad" sobre la conservación de lo que tenemos, no solo a tus hijos sino a cualquier persona que sea "usuario" del medio ambiente.

Incluso actividades tan discutidas como la caza pueden ser comprendidas si se entiende todo lo que significa la palabra CAZAR, que no es solo matar a un animal, aunque es el resultado final del lance cinegético, si bien no más importante que éste.


Matar es algo más simple: se hace diariamente en los mataderos de aves, de cerdos...simplemente para satisfacer las necesidades alimenticias de la población. Pero es también el consumo de la carne proveniente de la actividad cinegética, sobre todo de la caza mayor, una importante fuente de ingresos, habida cuenta que casi toda se exporta a paises de centroeuropa, donde es muy apreciada.


Rececho. Esencia de la caza.


La caza también persigue satisfacer necesidades alimenticias (los "urbanitas" que los fines de semana salen hacia los pueblos a degustar esas perdices escabechadas, o ese conejo al ajillo, o ese jabalí guisado...y que no saben nada ni de la caza ni del campo) . Algunos piensan, y no es broma, que la carne envasada es los estantes de los comercios viene así fabricada, desconociendo que para poder consumirla también es necesario el sacrificio de un animal. Aunque no es lo más importante, es una faceta a tener en cuenta por los beneficios económicos y laborales que genera por empresas que se encargan de la comercialización de esos productos como he expuesto antes.

Como también es el medio de vida de muchas personas que se dedican a estas actividades que integran el concepto de CAZAR. No podemos olvidar a los propietarios de terrenos cinegéticos, algunos de los cuales son terrenos yermos, donde no es posible cultivo alguno y que, sin embargo, generan esta riqueza que demanda la actividad cinegética gracias a los cuidados y controles de poblaciones de la fauna que allí habita.


Cierva en Doñana


Y no solo propietarios, también la guardería, los propios cazadores organizados en sociedades privadas o sociales, que velan porque se incremente, o al menos se mantenga año tras año, la riqueza cinegética de los terrrenos bajo su custodia. Custodia que conlleva una serie de gastos que son el pan del día de otras muchas empresas relacionadas con el sector.


Escultura en la Sierra Tejeda y Almijara. Málaga.


Podemos integrar en este conjunto de relacionados con el sector cinegético a multitud de profesionales que encuentran en la caza gran parte de sus ingresos como medio de vida: armerias, importadores de artículos de caza, aseguradoras, hosteleria, empresas de transporte, criadores de perros....y tantos otros segmentos empresariales quizás más minoritarios pero que también contribuyen a generar riqueza.


Escultura a la entrada de un hotel cacereño


Como es fácil de entender los apasionados por la caza somos los primeros interesados en incrementar la riqueza faunística de los terrenos en los que desarrollamos nuestra afición, no solo por cazar sino por mantener un equilibrio entre lo que el campo nos dá y lo que le quitamos con nuestra actividad. Eso es lo verdaderamente importante: equilibrio para poder mantener la riqueza faunística y aprovechamiento racional de ésta.

Ni que decir tiene que las administraciones, tanto la central como las autonómicas, son sabedoras del potencial económico de la actividad de nuestro colectivo. Cuantos ingresos obtienen no solo por la expedición de licencias y cursos de capacitación, licencias por cierto para todo (cazadores, rehaleros, veterinarios...) sino también por el beneficio que les supone permitir la caza en terrenos de "su" (¿no es de todos los españoles?) propiedad: subastas de permisos (caza el que más paga) en detrimento de sorteos que igualan a los participantes, independientemente de su poder adquisitivo y que, incomprensiblemente en un país democrático, crea escisiones para cazar dependiendo de lo que tengas. La forma de actuar, desde luego, no es igualitaria. Si todos esos beneficios redundaran en una mejor gestión del medio sería en cierto modo plausible, pero desgraciadamente no es así.


Coto de caza en Málaga


No sé porqué somos una especie de apestados en nuestra sociedad, sociedad que , cuando menos, está poco y mal informada, bombardeada por mensajes anticaza en medios de gran difusión social y por informadores desconocedores de este mundo.

Bien es cierto también que determinadas actitudes de nuestro colectivo no favorecen la "comprensión social" de nuestra afición: furtivos (que desde luego no incluyo en el colectivo de CAZADORES), malos "gestores" cinegéticos que salen en los medios de comunicación por ser protagonistas de escándalos relacionados con la caza, uso de malas artes, abandono de perros, reportajes gráficos que poco ayudan al respeto que nos debe merecer los animales cazados....

Debemos ser cuidadosos en nuestro escaparate, en "vendernos" como amantes de la naturaleza y obrar en consecuencia, ser los primeros abnderados en la defensa de nuestra afición y, por ende, en la conservación

Sólo hace falta información y respeto para intentar comprender lo que la caza significa en toda su magnitud que someramente he desglosado, sabiendo que son muchas otras las cuestiones que me dejo en el tintero, precisamente para dar pié a debatir sobre ello.


Rececho selectivo en Almería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario