Mi primera excursión al río Genil no ha sido todo lo gratificante que esperaba, sobre todo porque no parecía haber mucha trucha y sí mucho bañista en sus pozas.
En cualquier caso el Genil es un paraje espectacular, todo un gozo para los sentidos.
Los ocho mosqueros pescamos por parejas, distribuídos en distintos tramos del acotado, cambiándolos por la tarde, de forma que todos pudiesemos conocer distintas zonas. En total se hicieron 6 capturas, algunas de buen tamaño. Cuatro nos fuímos bolo.
Río muy duro y exigente, peligroso por su fondo de grandes piedras muy resbaladizas, que desde luego ha merecido la pena conocer a pesar de la paliza que nos hemos pegado.
Bonito rio... y para estar en julio todavía tiene buen caudal. El problema de esta época son los bañistas... a mi me ha pasado en varios sitios, como en el coto Barbellido en Gredos.
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