domingo, 29 de enero de 2012

Barbos de Enero....o cómo ponerme los dientes largos.

No tengo tiempo ni para montar ni para salir de pesca: entre el trabajo y los problemas laborales van pasando los días sin encontrar hueco para pasar un rato de pesca con la cuadrilla habitual. Ellos también salen poco, pero les gusta ponerme los dientes largos cada vez que tiene un buen día.

Esta es una crónica de mi amigo Juan Ramón que quiere compartir desde mi blog.

" Si la temporada pasada y la anterior fue imposible debido a las continuas lluvias acercarse al río hasta bien entrada la primavera para tener algún resultado ya que su nivel era muy alto además de estar continuamente tomado, este año debido a todo lo contrario es posible tener jornadas por lo menos divertidas.

A pesar de todo, si no es con un silencio absoluto mirando cada paso que das agachándote e incluso arrastrándote, si no es de esta forma y con todos los sentidos puestos en la pesca conseguir clavar algún barbo se convierte una tarea difícil.

Más bien parecemos cazadores al rececho en una montería que pescadores a mosca.

Pero ese esfuerzo en forma de silencio o esa larga espera agazapado hasta que el pez se pone a tiro de mosca o esa salida del pez desde la oscuridad de una sombra tiene su recompensa cuando lo clavas y los metros de línea salen de tu carrete a esa velocidad, pero todo no esta ganado queda evitar piedras, ramas, cañas y demás obstáculos en los que intentara defenderse y donde si entra seguramente ya no saldrá …

Os dejo alguna fotos de las capturas y de los pescadores José Luis, mi hijo Pablo y un servidor."

domingo, 8 de enero de 2012

Piometra

La entrada del nuevo año no ha sido muy feliz. Nada más volver de la guardia del día 31 de Diciembre encontré a Kala muy enferma. Desde 3 días antes padecía de diarrea y algún vómito, aunque lo más preocupante fue la inflamación de todo el abdomen, que casi le imposibilitaba andar. Buscar al veterinario y operarla casi de urgencia fue la única alternativa para solucionar el problema. Lo que parecía una infección intestinal dio la cara en forma de piometra. La extirpación de útero y ovarios fue la única solución.
Gracias a Dios ya se encuentra bastante recuperada; espero que siga dándonos alegrías que solo una perra a la que tanto quiere toda la familia es capaz de dar, no solo en la caza sino en la convivencia diaria






Pasada ya casi una semana de la intervención me permití la "licencia" de descansar, asistiendo junto a mi socio Álvaro a una batida de cochinos en las Alpujarras granadinas, concretamente en el pueblo de Soportújar. Era la segunda jornada de caza mayor de la temporada e iba con ilusión, con ganas de despejar la cabeza de problemas laborales y familiares. El día acompañaba, con un sol espléndido, aunque en aquellas alturas una brisa te helaba hasta el tuétano si te quedabas en la umbría.

Nos correspondió el puesto más alto de la batida, cerrando un barranco lindero con el Parque Nacional de Sierra Nevada. En esta ocasión cazamos con el rifle de mi socio, un
Sauer 202 en calibre 30.06, turnándonos en la postura cada 30 minutos; una postura con tiradero complicado, con muchos pinos que dificultaban el tiro, aunque a priori parecía bastante querenciosa para la huida de los cochinos.

A estas alturas del año toda la zona debiera estar cubierta de nieve, pero la pertinaz sequía no solo no dejó su blanco manto sino que el campo estaba reseco, con caminos
polvorientos y un feo color de la tierra y de la vegetación.
Al final no vimos pelo, como es habitual, aunque hubo un tiroteo interesante, cobrándose una veintena de marranos.

Algún día cambiará nuestra suerte.