jueves, 14 de mayo de 2009

De estreno

Y es que ya llevaba más de un mes en su caja, sin haber salido de pesca. Ya necesitaba manejarla en el río. Asi que después de salir del trabajo, me dirigí al intensivo de siempre, dado que es la solución socorrida para esos días que deseas pescar truchas y no tienes permiso para algún coto.

Sé que hablar de intensivo es igual que hablar de pesca"enlatada", pero para algunos, como es mi caso, nos proporciona la posibilidad de pescar truchas todo el año, cómodamente y sin necesidad de excesivos trámites. Por otro lado, algunos intensivos son difíciles de pescar, no solo porque las truchas (enlatadas) estén más que resabiadas, sino por que pueden ser abuptos, con pocas posiciones de pesca, como es el caso, exigiendo a veces una destreza no acorde con lo que debería ser el marco de pesca, siendo necesario un sentido del agua similar al de un tramo acotado o libre.

A las 3 en punto estaba en el río, con un bocadillo en el cuerpo y ansioso por estrenar la TFO de 8'9 pies para línea 4 que adquirí. Además, era el único pescador del día, nadie había reservado permiso, aunque el día anterior debió ser una feria.....


El caudal no era el que esperaba, aunque las aguas estaban límpias y bajaban con fuerza.

La intención era pescar a seca, pero no se veían truchas cebándose, por lo que utilicé ninfas en un primer momento, esperando que quizá más tarde podría poner algún mosquito en el bajo de línea.

Al primer lance una picada, pero lento como estoy de reflejos, la trucha se escabulló. La tónica siguió, con picadas tenues, que no permitieron clavar ningún pez.
Fuí subiendo el río, tentando todos los lugares que me parecían idóneos para tentar a las esquivas truchas. Las sensaciones con la caña, por el momento, eran fenomenales: lígera, con un tacto suave...una gozada, vamos.

Con un gusano vertte basse logré la primera captura...pero no llegó a mis manos, justo cuando iba a sacarla se soltó del anzuelo, logrando, eso sí, un lío fenomenal del bajo de línea en el árbol que tenía encima......

La tranquilidad era total, pues nadie me acompañó en la visita al río....salvo algún perro de los ribereños.

Poco a poco fué atardeciendo y seguían si verse truchas cebándose en superficie, así que iba cambiando de ninfa cuando no notaba resultados, hasta que dí con un streamer que si tenía una regularidad en se efectividad. Clavé tres seguidas en una poza, una de ellas de un tamaño más que destacable, y con la que tuve una bonita lucha hasta lograr tenerla en las manos. Y es que la acció parabólica de la caña y pescando con línea 3, no me permitía un control del pez como me hubiese gustado....demasiada flexibilidad para pescar con pesados streamers y ninfas.

Lo mejor de la tarde fué comprobar que mi recuperación mejora, no teniendo al finalizar la excursión ninguna molestia ni adormecimiento del brazo, como me ocurrió la semana pasada, lo cual me hace ser más optimista que hace.....un tiempo.


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